El día del amigo, extendido a la semana del amigo y, consecuentemente, al mes del amigo: es cursi.
Saca la flacidez espiritual más almibarada a la luz. Posteos esponjosos, mails con emotividad de alto voltaje, cariño exagerado, derroche presumido de emocionalidad que se mezquina en otros días y canciones...canciones repetidas hasta el empacho con estribillos desbordados y el peor abuso del Power Point con cachorros de gato y fundido encadenado meloso que se conozca en la historia de la humanidad.
Y en el podio:
LA SEMANA DE LA DULZURA ES CURSI
La primera semana de julio se "celebra" la semana de la dulzura. Una idea nacida de la conjunción comercial y de mercadeo de dos potencias diabéticas como Arcor y la Asociación de Distribuidores de Golosinas de Argentina.
La panacea del quiosquero y el supermercadista usurero, un limbo para los oportunistas indeseables, un bálsamo para los cargosos de ocasión.
Para los olvidados, un averno potenciador de resentimiento melancólico.
Su lema: una golosina por un beso.
Su modo de ser: una semana empalagada en despilfarro glucoso de "porquerías con mensaje".
La panacea del quiosquero y el supermercadista usurero, un limbo para los oportunistas indeseables, un bálsamo para los cargosos de ocasión.
Para los olvidados, un averno potenciador de resentimiento melancólico.
Su lema: una golosina por un beso.
Su modo de ser: una semana empalagada en despilfarro glucoso de "porquerías con mensaje".
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